Las Guerreras: Diez motoristas que desafían a los narcos de Ciudad Juárez

'Las Guerreras': Diez motoristas que desafían a los narcos de Ciudad Juárez

El grupo es de 10 miembros y ofrecen voluntariamente su tiempo para ayudar
Reparten dinero en efectivo, medicamentos, alimentos, ropa y hasta pasteles


Un grupo de mujeres mexicanas de clase media circulan en motocicletas de color rosa entregando alimentos y medicinas a los pobres en una de las ciudades más mortíferas del mundo.

El club se llama 'Las Guerreras' y desafía a los narcos de Ciudad Juárez, que han matado a unas 6.700 personas desde 2008. Todos los domingos van a los barrios peligrosos de la ciudad fronteriza de El Paso, Texas.

El grupo es de 10 miembros y ofrecen voluntariamente su tiempo para ayudar a madres solteras, adictos, ancianos y desempleados, muchos de los cuales no tienen acceso al bienestar y se sienten completamente abandonados.

Reparten dinero en efectivo, medicamentos, alimentos, ropa y hasta pasteles de cumpleaños, los gastos los cubren con dinero de su propio bolsillo.

"Hay personas que no tienen nada, o casi nada", dijo Lorenia Granados, co-fundador del grupo creado hace dos años, justo después de que unos pistoleros mataran a siete jóvenes en un campo de fútbol.

Las mujeres dicen que sus bicicletas son de color rosa para proyectar una imagen menos amenazante, una imagen femenina que les distinga de los sicarios del narcotráfico.

Ciudad Juárez se ha convertido en una región con pocas escuelas y oportunidades, con empleos mal pagados. Muchos jóvenes sin trabajo son atraídos por las pandillas del crimen organizado que les llegan a pagar 100 dólares por matar algún enemigo

Muchos trabajadores sociales y expertos en el tráfico de drogas culpan de todo ésto a la corrupción política y la mala gestión. El presidente Felipe Calderón, quien asignó a los militares para que lucharan contra las pandillas de drogas en diciembre de 2006, puso en marcha, en 2010, un importante programa social encaminado a la reconstrucción de Ciudad Juárez, a pesar de esto los locales dicen que el progreso es lento.

'Las Guerreras' sostienen que no han sido amenazadas o agredidas en sus rondas semanales. "Estamos tratando de hacer algo diferente con la esperanza de que algún día vuelva la paz", dijo una integrante del grupo antes de ponerse su casco, revolucionar su moto y salir disparada.

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