Los Hells Angels - entrevista
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Los Hells Angels - entrevista
HELLS ANGELS
El Club de motos más temido y respetado rompe su silencio por primera vez para FHM y nos habla en primera persona de su legendaria historia.
Quedo con Álex, el Presidente del capítulo (club) de los Hells Angels en Barcelona, en el Baja Beach, un local que es lo más parecido al restaurante de Pulp fiction que haya visto en mi vida. Me pongo más nervioso pensando que todavía no he hecho testamento y me pregunto sobre el aspecto que tendrán los Creadores del Universo. Mi frase favorita para las peleas está preparada: "Tengo gafas y soriasis contagiosa; si me tocas, se te pegará", y la repaso mientras Antonio, la persona que me ha puesto en contacto con los Ángeles, intenta sacarme de mi ensimismamiento. Me da la sensación de que sus palabras son las mismas que escuchan los que están en el corredor de la muerte. Álex aparece acompañado de dos prospect (aspirantes a convertirse en miembros de pleno derecho) y nos damos un apretón de manos mirándonos a los ojos. Me informa de que cenarán en otro sitio y que nos veremos una hora después. El local es ruidoso y está lleno. Nos despedimos y mientras se marcha puedo ver por primera vez el emblema de los Hells Angels una calavera alada (la mítica Death Head) en su espalda. Sólo la pueden llevar los miembros. Los Ángeles son estrictos a ese respecto y si, en cualquier parte del mundo, te pillan llevando sus colores recibirás «una buena sopa de hostias", dice Álex sin inmutarse. "Hasta 1989 se vendían camisetas con la frase 'Support your local Hells Angels' (apoya a los Ángeles del Infierno locales), pero se prohibió porque muchos idiotas se metieron en problemas y nos llevamos las culpas", me contarán luego.
Primer contacto
Pasada la hora preceptiva nos sentamos por fin a charlar tranquilamente. Álex, en nombre de los Ángeles, quiere poner ciertas condiciones para el reportaje: No habrá entrevista pregunta respuesta. Me pegaré a él y apuntaré lo que vea y oiga. Confianza. Los Ángeles creen ciegamente en ella, se forja "cuando sales de ruta. Si vas a toda hostia esperas que el de delante no te haga una putada”. Álex se expresa con frases directas como un puñetazo al mentón, con una claridad de ideas alejada del arquetipo de motorista descerebrado. Me corrige cuando me refiero a los Ángeles como "moteros" (“No somos moteros, somos Hells Angels”) o hablo de los incidentes del concierto de los Stones en Altamont en 1969 (los Ángeles encargados de la seguridad apuñalaron a un espectador que les disparó como un "triste suceso" ("¿Por? ¿Porque no palmó Mick Jagger? Si ese tipo hubiera matado a uno de los Stones o a otra persona nos habrían echado la culpa igual”). Ese comentario nos lleva hasta su Club House. Pregunto a Álex sobre si hay algún tema que no quiera tocar y me responde: "Sólo si haces preguntas gilipollas, recibirás respuestas gilipollas".
La puerta del infierno
En la Barcelona donde ha crecido eso del Forum, sólo dos edificios recuerdan que aquello fue un barrio obrero: el estudio de Mariscal -el de Cobi- y el Club House. Se accede por invitación como a un campo de golf y, la verdad, tendrás más fácil echar unos hoyos que tomarte una cerveza en este local. Álex me cuenta que el edificio sirve para hacer reuniones (todo lo que atañe a él se decide democráticamente), dar hospitalidad a miembros de otros capítulos de paso por Barcelona o hacer fiestas como la del día 81 de todos los años. ¿Por qué ese día? La H (de Hells) es la octava letra del abecedario y la A (de Angels), la primera. ¿Lo coges? Sentados en la barra de la primera planta, Josep, el fotógrafo, y yo contemplamos la gigante calavera alada tallada en la pared que preside el local. Pregunto a Álex por la organización del club: 'Los miembros que quieren acceder se llaman hangarounds. Lo único que pueden llevar es la Leyenda 'Barcelona` en blanco y rojo, y se dedican a las labores del club. Un año o dos después se ganan el puesto de prospect, y pueden llevar el chaleco de cuero con el nombre de la ciudad del club al que pertenecen, un lema que los identifica como prospect y el parche de MC (Motorcycle Club). Mitad de camino, mitad de los colores. La calavera sólo se lleva cuando eres un miembro de pleno derecho". Ya que estamos hablando de la organización, le pregunto a Álex sobre el alcohol y las drogas, y me contesta que a todos los miembros, sea cual sea el rango, se les prohíbe consumir heroína, éxtasis etc., además de que nadie puede demostrar ebriedad en público: un símbolo de debilidad que podría meterte en problemas. “No preguntamos mientras no se desfase me explica . Si el club descubre que un hermano está pasándose le damos un toque". Miro mi copa vacía, me planteo si pedir otra y hago un comentario sobre la organización, que me parece militar. Álex contesta que los primeros Hells Angels eran en su mayoría veterano de la II Guerra Mundial, pero que sólo creen en sus propio uniformes.
Vivir y morir
En la escalera están las fotos de muchos Ángeles fallecidos. No veneran la muerte, pero aceptan que el precio de vivir bajo tus propias reglas a veces es una muerte prematura. "El entierro de nuestro hermano alemán Miko, del capítulo de Karlsruhe ( (Dark Side), congregó a 1.000 Ángeles. Eso es un entierro para nosotros. En Barcelona todos hemos dejado como última voluntad que se nos vele en el Club House, no en un tanatorio". Sus velatorios duran toda la noche, son una fiesta de despedida donde corre el alcohol. Culminan cuando una comitiva de motos acompaña el féretro al cementerio. Fuera de ese ritual, no existe ninguna iniciación especial ("Es falso eso de que para ingresar hay que matar a un tío”), excepto el periodo de prueba, que no se alarga más de cuatro años. "Después, si no lo has superado, ¿quién coño va a pensar que puedas conseguirlo?" El tercer o cuarto (¿quinto?) gin tonic se consume en la planta superior viendo vídeos del World Run de Benidorm. Se unen al visionado Mike (un hangaround de origen holandés) y Sara, la preciosa mujer de Álex. El World Run es una fiesta anual a la que están invitados todos los capítulos del mundo. Se celebra en cualquier lugar y la organización recae en los capítulos del país anfitrión. Las imágenes impresionan: los Hells Angels se divierten en un complejo turístico enorme mientras son observados por la policía española y la Interpol, que escruta los permisos de circulación y las identidades de los más de 2.000 asistentes. Yo sigo preguntando:
- ¿Cualquiera puede ingresar en los Hells Angels?
Cualquiera, no discriminamos.
Sin embargo, tenéis fama de ser racistas, de nazis.
- Sí, somos racistas (Jodido. En ese momento pensé que toda la hospitalidad y las buenas palabras se diluirían como un azucarillo en agua. Pasaría la resaca en el hospital...). Somos racistas con los hijos de puta, con los blancos hijos de puta, con los negros hijos de puta y con los rosas hijos de puta... Seríamos gilipollas si juzgáramos solo por el color de la piel.
¿Y el rollo nazi?
- En los Años 60 muchos hermanos llevaban parafernalia nazi para demostrar que estaban en contra del sistema. Los punks la llevaron en los 70 por la misma razón y a todo el mundo le pareció gracioso y contracultural. Somos apolíticos, la política es una mierda.
Encontronazos legales
La charla deriva hacia la fundación de los capítulos de Hells Angels en España, que antes pertenecían a un club llamado Centuriones. En 1996 Los Centuriones de Barcelona sufren una redada. Unos 500 policías y los GEOS participan asaltando sus domicilios y el club ("y nos lo dejaron como un queso de Gruyere". Detienen a 24 miembros y 17 pasan a disposición judicial con acusaciones como asociación ilícita, promover el odio racial o traficar con armas y drogas. 'Fue muy doloroso, no para nosotros, para nuestras familias, los amigos... Injusto. Entraron como si fuéramos terroristas, pasamos por la cárcel y allí decidimos convertirnos en Ángeles del Infierno y seguir juntos hasta el final. Nos pillaron como cabezas de turco" En 2000 el Ministerio Fiscal se ratifica en las acusaciones y tilda al grupo (convertidos en Hells Angels) de "paramilitares" pidiendo penas de entre 4 meses y 3 años de prisión, para 14 de los 17 acusados. En el juicio son considerados inocentes y salen libres. 'Las armas de nuestros domicilios tenían sus correspondientes permisos y no sólo se llevaron eso. Un policía se llevó una biografía de Hitler; le dije que se llevara también la de Mao o la de Stalin también asesinos de masas, que estaban al lado. Me dijo que no le interesaba y entonces lo comprendí todo ". En la parte de abajo, una urna de metacrilato recoge dinero para 70 Ángeles norteamericanos acusados por la ley RICO (creada para perseguir la asociación de malhechores). Los costes legales del proceso alcanzarán algunos millones de euros y todos los miembros del mundo aportan su dinero para que no pisen la cárcel. "No nos abandonamos ni en la vida ni en la muerte. Somos una familia. Si hay que contratar abogados se hace, si tenemos que usar los puños se hace" A mí, que me aterra el dolor físico, se me ocurre decirle que los puños no son solución. "¿Tú te crees que la vida es rosa? Eso de la 'no violencia’ es una mierda hippie, ese rollo de flores y tal no va con nosotros. El mundo es muy jodido y, a veces, no hay más remedio que actuar. No verás a un Hells Angel provocar una pelea sin motivo. Pero si vemos a un hermano metido en un lío corremos en su ayuda y luego preguntamos. Si la pelea ha sido injustificada, el miembro paga solamente frente al Club" No son hermanitas de la caridad, no. "Que haya miembros que hayan delinquido no significa que todos seamos delincuentes o que la organización sea delictiva, aunque muchos se empeñen en lo contrario", comenta Álex, de nuevo en la barra de abajo. Una botella de Cardenal Mendoza, un brandy que los Ángeles de Barcelona llaman "sangre del diablo", diluye mis miedos y la desconfianza que los Ángeles muestran hacia la prensa, a la que tachan, básicamente, de "hatajo de mentirosos".
De dentro afuera
A la mañana siguiente, un decir, hablo con Antonio, mi contacto, que está un poco preocupado. Sobre sus espaldas recae la responsabilidad de mis actos. Si meto la pata, él también se lleva parte de la culpa. Pero yo sigo sin resolver algunas dudas que me han llevado hasta allí, como qué sentido tiene ser un Hells Angel. Con esto martilleándome la cabeza, se hace de noche y me reencuentro con mis anfitriones. Me han prometido que esta noche conoceré su cara más social. Estoy haciendo el trabajo de dentro a afuera y no al revés. Me da la sensación de que he mirado primero el motor y después la carrocería.
Otros Angeles
Nos trasladamos hasta el Other Place, un bar al que asisten no solo Hells Angels, sino otros grupos de moteros de Barcelona. El acceso no es restringido como en el Club House y las únicas calaveras aladas que se ven son las de los miembros que, en corro, toman unas copas en la barra. Banan's, miembro fundador de los Centuriones y uno de los Hells Angels más antiguos de España, se mesa la enorme barba mientras charla con Ramón, otro miembro. Si en un diccionario existiera una definición de qué es un Ángel del Infierno, deberían poner su foto junto a ella. Álex hace las presentaciones. Josep comienza a tirar fotos por el local mientras charlo con ellos junto al grifo de cerveza clavado en un motor original Harley de doble cilindro. "Hemos evolucionado, si no, no sobreviviríamos. Si no hubiéramos ido hacia delante, seguiríamos llevando vaqueros llenos de grasa. A veces te los quitabas y se quedaban solos de pie", dice Ramón ofreciéndonos unos chupitos de vodka rojo especialidad de la casa hecha con vodka y endrinas y comentando otras de las actividades del club, como el Toy Run (el capítulo de Barcelona recoge todos los años juguetes para los chavales que no tendrán regalo de Reyes): "Vas a nuestro Club House ese día, entregas un juguete y te invitamos a una cerveza. Muchos de nosotros sabemos lo que son unas navidades jodidas". ¿Estaré realmente ante una asociación benéfica? Olvídalo, un incidente en un brindis me saca de dudas. Un prospect le recuerda a Josep que "hay que mirarse a los ojos para brindar". Dudamos. Álex mira al prospect y le asegura que le ha mirado a los ojos. Protocolo al estilo Hells Angels, una fórmula de respeto. “¿Es verdad que no se os puede tocar el parche de la espalda?". Inténtalo me responde . No me importa que alguien me eche el brazo por la espalda si es mi amigo, pero no aguanto que un tío que no conozco lo haga. He sudado mucho por estos colores, por estar donde estoy, y para mí tiene un significado especial". Después de 48 horas con ellos, sigo sin saber a ciencia cierta qué es ser un Hells Angel, así que miro la primera página del libro de Sonny Barger y encuentro esta definición: "Es ser libre y escaparte de todo lo que huele a mierda”. Simple y llanamente. Volvemos al Club House con Álex, Banan’s, Miky y Pere para hacer las últimas fotos. Nos regalan unas camisetas. Álex y Miky nos muestran sus tatuajes, otra de las cosas unidas indisolublemente a los Hells Angels. La verdad es que impresionan. Me cuentan que es una forma de que las cosas queden unidas a ti no sólo por el frágil hilo de la memoria. Los Ángeles prefieren llevar su historia con ellos, no olvidarla jamás. Álex me dice que muchos se tatúan AFFA, que significa "Angels Forever, Forever Angels". El nacimiento de un hijo, la muerte de un hermano, la fecha de un World Run, son algunas cosas que van con ellos a todas partes. "¿Y cuando alguien deja de pertenecer al club?", planteo. "Hay dos caminos: uno bueno y otro malo. Si alguien infringe las normas, nos miente, nos jode o hace peligrar la vida de este club, se le quita todo lo que tenga nuestros colores: ropa, parches, chaquetas, cuadros, fotos, anillos, medallas... Todo, y recibe un serio correctivo. Lo que lleva nuestros colores no nos pertenece, pertenece al club" "¿Y cómo lo hacéis?", pregunto. “¿Tú que crees? Le mandamos una nota de repulsa, no te jode... Y luego está la buena. Hay gente que decide seguir otro camino, se marcha a otra ciudad o tiene problemas de salud. En los tatus se les tatúa la fecha de salida y la palabra 'out` (fuera). Y puede seguir viniendo por aquí y relacionarse con nosotros". Pero si has tenido un problema con los Hells, “tienes un problema con todos los Hells Angels del mundo v ninguno te dejará respirar estés donde estés. Nosotros pertenecemos a esto porque va más allá de nosotros mismos. Es la hostia, lo mejor que te puede pasar... Es vivir fuera de la sociedad... No... Somos un mundo dentro del puto mundo. Ponlo así. Vivimos con la sociedad pero con nuestras reglas. Y hay un precio muy alto que pagar... como dice Sonny Barger: La libertad no es gratis”
LA BIBLIA.
BIOGRAFIA.
La vida y las andanzas de “Sonny” Barrer y el Club de Motos de “Los Ángeles del Infierno”.
Ralph “Sonny” Barger está considerado como el Ángel del Infierno más importante de todos. De hecho, lleva en el Club desde su nacimiento y este volumen, con olor a gasolina y cerveza, recoge más de seis décadas de historia. Un repaso valiente de todos los episodios del Club –por espinosos que sean- y de la historia americana reciente donde el autor, lejos de dejarse llevar por la condescendiente nostalgia, le dice al lector en cada página: “Ésta es mi historia y si no te gusta que te jodan”. Si sorprendentes son los secundarios de lujo (Grateful Dead o los Stones), no te pierdas los capítulos donde Sonny dibuja un semblante de algunos Ángeles históricos, como Ferry “The Tramp”, Zorro o Junkie George, el Hell’s Angel que le pateó el culo a Hunter S. Thompson, autor non grato para los ángeles. Pura vida. Para adquirirlo: www.hellsangelsmc.es o 933 17 09 16.
MUNDO HELL’S
ÁNGELES A TRAVÉS DEL MUNDO
Existen más de.un centenar de capítulos en todo el mundo. Casi el 90% en EE.UU., y el resto repartidos por América del Sur, Europa, África y Oceanía. Solamente Asia no cuenta con ningún capítulo hasta que los que se están formando en Rusia sean miembros de pleno derecho. Chile está a punto de tener el suyo propio como sus vecinos de Argentina. En España existen tres capítulos oficiales de los Hell’s Angels: Barcelona, Valencia y Costa del Sol. Es posible que en los próximos años se abra alguno más. Aunque no hay una cifra oficial, se calcula que hay 2.000 Hell’s Angels en todo el mundo haciendo rugir sus motocicletas.
PASO A PASO.
LA ORGANIZACIÓN.
Club House: La sede de los Hell’s Angels en cualquier ciudad se llama Club House.
Capítulo: Los capítulos son los clubes de Hell’s Angels de una ciudad o de una zona determinada de una ciudad.
Supporter: Persona o club fuera de los Hell’s Angels que, sin embargo, el club considera amigo. Los supporter son algo así como la familia lejana de los Hell’s Angels.
Hangaround: Es el primer paso para entrar en Hell’s Angels y se aplica a personas y a clubes novatos. Los hangarounds trabajan dentro del club ejerciendo de machacas. No llevan ninguna identificación pero tienen que tener una moto en propiedad y asistir al menos a tres de las cuatro primeras reuniones conduciéndola.
Prospect: Aspirante. Llevan un parche que le identifica como prospect. En la espalda llevan el nombre del país y un parche cuadrado con las letras MC (Motorcycle Club). Nunca se es un miembro de pleno derecho antes de un año.
Miembros de pleno derecho: Identificados por llevar el parche con la calavera alada, el parche de MC, el parche con la ciudad y el capítulo al que pertenecen. Es el último y definitivo paso.
El Club de motos más temido y respetado rompe su silencio por primera vez para FHM y nos habla en primera persona de su legendaria historia.
Quedo con Álex, el Presidente del capítulo (club) de los Hells Angels en Barcelona, en el Baja Beach, un local que es lo más parecido al restaurante de Pulp fiction que haya visto en mi vida. Me pongo más nervioso pensando que todavía no he hecho testamento y me pregunto sobre el aspecto que tendrán los Creadores del Universo. Mi frase favorita para las peleas está preparada: "Tengo gafas y soriasis contagiosa; si me tocas, se te pegará", y la repaso mientras Antonio, la persona que me ha puesto en contacto con los Ángeles, intenta sacarme de mi ensimismamiento. Me da la sensación de que sus palabras son las mismas que escuchan los que están en el corredor de la muerte. Álex aparece acompañado de dos prospect (aspirantes a convertirse en miembros de pleno derecho) y nos damos un apretón de manos mirándonos a los ojos. Me informa de que cenarán en otro sitio y que nos veremos una hora después. El local es ruidoso y está lleno. Nos despedimos y mientras se marcha puedo ver por primera vez el emblema de los Hells Angels una calavera alada (la mítica Death Head) en su espalda. Sólo la pueden llevar los miembros. Los Ángeles son estrictos a ese respecto y si, en cualquier parte del mundo, te pillan llevando sus colores recibirás «una buena sopa de hostias", dice Álex sin inmutarse. "Hasta 1989 se vendían camisetas con la frase 'Support your local Hells Angels' (apoya a los Ángeles del Infierno locales), pero se prohibió porque muchos idiotas se metieron en problemas y nos llevamos las culpas", me contarán luego.
Primer contacto
Pasada la hora preceptiva nos sentamos por fin a charlar tranquilamente. Álex, en nombre de los Ángeles, quiere poner ciertas condiciones para el reportaje: No habrá entrevista pregunta respuesta. Me pegaré a él y apuntaré lo que vea y oiga. Confianza. Los Ángeles creen ciegamente en ella, se forja "cuando sales de ruta. Si vas a toda hostia esperas que el de delante no te haga una putada”. Álex se expresa con frases directas como un puñetazo al mentón, con una claridad de ideas alejada del arquetipo de motorista descerebrado. Me corrige cuando me refiero a los Ángeles como "moteros" (“No somos moteros, somos Hells Angels”) o hablo de los incidentes del concierto de los Stones en Altamont en 1969 (los Ángeles encargados de la seguridad apuñalaron a un espectador que les disparó como un "triste suceso" ("¿Por? ¿Porque no palmó Mick Jagger? Si ese tipo hubiera matado a uno de los Stones o a otra persona nos habrían echado la culpa igual”). Ese comentario nos lleva hasta su Club House. Pregunto a Álex sobre si hay algún tema que no quiera tocar y me responde: "Sólo si haces preguntas gilipollas, recibirás respuestas gilipollas".
La puerta del infierno
En la Barcelona donde ha crecido eso del Forum, sólo dos edificios recuerdan que aquello fue un barrio obrero: el estudio de Mariscal -el de Cobi- y el Club House. Se accede por invitación como a un campo de golf y, la verdad, tendrás más fácil echar unos hoyos que tomarte una cerveza en este local. Álex me cuenta que el edificio sirve para hacer reuniones (todo lo que atañe a él se decide democráticamente), dar hospitalidad a miembros de otros capítulos de paso por Barcelona o hacer fiestas como la del día 81 de todos los años. ¿Por qué ese día? La H (de Hells) es la octava letra del abecedario y la A (de Angels), la primera. ¿Lo coges? Sentados en la barra de la primera planta, Josep, el fotógrafo, y yo contemplamos la gigante calavera alada tallada en la pared que preside el local. Pregunto a Álex por la organización del club: 'Los miembros que quieren acceder se llaman hangarounds. Lo único que pueden llevar es la Leyenda 'Barcelona` en blanco y rojo, y se dedican a las labores del club. Un año o dos después se ganan el puesto de prospect, y pueden llevar el chaleco de cuero con el nombre de la ciudad del club al que pertenecen, un lema que los identifica como prospect y el parche de MC (Motorcycle Club). Mitad de camino, mitad de los colores. La calavera sólo se lleva cuando eres un miembro de pleno derecho". Ya que estamos hablando de la organización, le pregunto a Álex sobre el alcohol y las drogas, y me contesta que a todos los miembros, sea cual sea el rango, se les prohíbe consumir heroína, éxtasis etc., además de que nadie puede demostrar ebriedad en público: un símbolo de debilidad que podría meterte en problemas. “No preguntamos mientras no se desfase me explica . Si el club descubre que un hermano está pasándose le damos un toque". Miro mi copa vacía, me planteo si pedir otra y hago un comentario sobre la organización, que me parece militar. Álex contesta que los primeros Hells Angels eran en su mayoría veterano de la II Guerra Mundial, pero que sólo creen en sus propio uniformes.
Vivir y morir
En la escalera están las fotos de muchos Ángeles fallecidos. No veneran la muerte, pero aceptan que el precio de vivir bajo tus propias reglas a veces es una muerte prematura. "El entierro de nuestro hermano alemán Miko, del capítulo de Karlsruhe ( (Dark Side), congregó a 1.000 Ángeles. Eso es un entierro para nosotros. En Barcelona todos hemos dejado como última voluntad que se nos vele en el Club House, no en un tanatorio". Sus velatorios duran toda la noche, son una fiesta de despedida donde corre el alcohol. Culminan cuando una comitiva de motos acompaña el féretro al cementerio. Fuera de ese ritual, no existe ninguna iniciación especial ("Es falso eso de que para ingresar hay que matar a un tío”), excepto el periodo de prueba, que no se alarga más de cuatro años. "Después, si no lo has superado, ¿quién coño va a pensar que puedas conseguirlo?" El tercer o cuarto (¿quinto?) gin tonic se consume en la planta superior viendo vídeos del World Run de Benidorm. Se unen al visionado Mike (un hangaround de origen holandés) y Sara, la preciosa mujer de Álex. El World Run es una fiesta anual a la que están invitados todos los capítulos del mundo. Se celebra en cualquier lugar y la organización recae en los capítulos del país anfitrión. Las imágenes impresionan: los Hells Angels se divierten en un complejo turístico enorme mientras son observados por la policía española y la Interpol, que escruta los permisos de circulación y las identidades de los más de 2.000 asistentes. Yo sigo preguntando:
- ¿Cualquiera puede ingresar en los Hells Angels?
Cualquiera, no discriminamos.
Sin embargo, tenéis fama de ser racistas, de nazis.
- Sí, somos racistas (Jodido. En ese momento pensé que toda la hospitalidad y las buenas palabras se diluirían como un azucarillo en agua. Pasaría la resaca en el hospital...). Somos racistas con los hijos de puta, con los blancos hijos de puta, con los negros hijos de puta y con los rosas hijos de puta... Seríamos gilipollas si juzgáramos solo por el color de la piel.
¿Y el rollo nazi?
- En los Años 60 muchos hermanos llevaban parafernalia nazi para demostrar que estaban en contra del sistema. Los punks la llevaron en los 70 por la misma razón y a todo el mundo le pareció gracioso y contracultural. Somos apolíticos, la política es una mierda.
Encontronazos legales
La charla deriva hacia la fundación de los capítulos de Hells Angels en España, que antes pertenecían a un club llamado Centuriones. En 1996 Los Centuriones de Barcelona sufren una redada. Unos 500 policías y los GEOS participan asaltando sus domicilios y el club ("y nos lo dejaron como un queso de Gruyere". Detienen a 24 miembros y 17 pasan a disposición judicial con acusaciones como asociación ilícita, promover el odio racial o traficar con armas y drogas. 'Fue muy doloroso, no para nosotros, para nuestras familias, los amigos... Injusto. Entraron como si fuéramos terroristas, pasamos por la cárcel y allí decidimos convertirnos en Ángeles del Infierno y seguir juntos hasta el final. Nos pillaron como cabezas de turco" En 2000 el Ministerio Fiscal se ratifica en las acusaciones y tilda al grupo (convertidos en Hells Angels) de "paramilitares" pidiendo penas de entre 4 meses y 3 años de prisión, para 14 de los 17 acusados. En el juicio son considerados inocentes y salen libres. 'Las armas de nuestros domicilios tenían sus correspondientes permisos y no sólo se llevaron eso. Un policía se llevó una biografía de Hitler; le dije que se llevara también la de Mao o la de Stalin también asesinos de masas, que estaban al lado. Me dijo que no le interesaba y entonces lo comprendí todo ". En la parte de abajo, una urna de metacrilato recoge dinero para 70 Ángeles norteamericanos acusados por la ley RICO (creada para perseguir la asociación de malhechores). Los costes legales del proceso alcanzarán algunos millones de euros y todos los miembros del mundo aportan su dinero para que no pisen la cárcel. "No nos abandonamos ni en la vida ni en la muerte. Somos una familia. Si hay que contratar abogados se hace, si tenemos que usar los puños se hace" A mí, que me aterra el dolor físico, se me ocurre decirle que los puños no son solución. "¿Tú te crees que la vida es rosa? Eso de la 'no violencia’ es una mierda hippie, ese rollo de flores y tal no va con nosotros. El mundo es muy jodido y, a veces, no hay más remedio que actuar. No verás a un Hells Angel provocar una pelea sin motivo. Pero si vemos a un hermano metido en un lío corremos en su ayuda y luego preguntamos. Si la pelea ha sido injustificada, el miembro paga solamente frente al Club" No son hermanitas de la caridad, no. "Que haya miembros que hayan delinquido no significa que todos seamos delincuentes o que la organización sea delictiva, aunque muchos se empeñen en lo contrario", comenta Álex, de nuevo en la barra de abajo. Una botella de Cardenal Mendoza, un brandy que los Ángeles de Barcelona llaman "sangre del diablo", diluye mis miedos y la desconfianza que los Ángeles muestran hacia la prensa, a la que tachan, básicamente, de "hatajo de mentirosos".
De dentro afuera
A la mañana siguiente, un decir, hablo con Antonio, mi contacto, que está un poco preocupado. Sobre sus espaldas recae la responsabilidad de mis actos. Si meto la pata, él también se lleva parte de la culpa. Pero yo sigo sin resolver algunas dudas que me han llevado hasta allí, como qué sentido tiene ser un Hells Angel. Con esto martilleándome la cabeza, se hace de noche y me reencuentro con mis anfitriones. Me han prometido que esta noche conoceré su cara más social. Estoy haciendo el trabajo de dentro a afuera y no al revés. Me da la sensación de que he mirado primero el motor y después la carrocería.
Otros Angeles
Nos trasladamos hasta el Other Place, un bar al que asisten no solo Hells Angels, sino otros grupos de moteros de Barcelona. El acceso no es restringido como en el Club House y las únicas calaveras aladas que se ven son las de los miembros que, en corro, toman unas copas en la barra. Banan's, miembro fundador de los Centuriones y uno de los Hells Angels más antiguos de España, se mesa la enorme barba mientras charla con Ramón, otro miembro. Si en un diccionario existiera una definición de qué es un Ángel del Infierno, deberían poner su foto junto a ella. Álex hace las presentaciones. Josep comienza a tirar fotos por el local mientras charlo con ellos junto al grifo de cerveza clavado en un motor original Harley de doble cilindro. "Hemos evolucionado, si no, no sobreviviríamos. Si no hubiéramos ido hacia delante, seguiríamos llevando vaqueros llenos de grasa. A veces te los quitabas y se quedaban solos de pie", dice Ramón ofreciéndonos unos chupitos de vodka rojo especialidad de la casa hecha con vodka y endrinas y comentando otras de las actividades del club, como el Toy Run (el capítulo de Barcelona recoge todos los años juguetes para los chavales que no tendrán regalo de Reyes): "Vas a nuestro Club House ese día, entregas un juguete y te invitamos a una cerveza. Muchos de nosotros sabemos lo que son unas navidades jodidas". ¿Estaré realmente ante una asociación benéfica? Olvídalo, un incidente en un brindis me saca de dudas. Un prospect le recuerda a Josep que "hay que mirarse a los ojos para brindar". Dudamos. Álex mira al prospect y le asegura que le ha mirado a los ojos. Protocolo al estilo Hells Angels, una fórmula de respeto. “¿Es verdad que no se os puede tocar el parche de la espalda?". Inténtalo me responde . No me importa que alguien me eche el brazo por la espalda si es mi amigo, pero no aguanto que un tío que no conozco lo haga. He sudado mucho por estos colores, por estar donde estoy, y para mí tiene un significado especial". Después de 48 horas con ellos, sigo sin saber a ciencia cierta qué es ser un Hells Angel, así que miro la primera página del libro de Sonny Barger y encuentro esta definición: "Es ser libre y escaparte de todo lo que huele a mierda”. Simple y llanamente. Volvemos al Club House con Álex, Banan’s, Miky y Pere para hacer las últimas fotos. Nos regalan unas camisetas. Álex y Miky nos muestran sus tatuajes, otra de las cosas unidas indisolublemente a los Hells Angels. La verdad es que impresionan. Me cuentan que es una forma de que las cosas queden unidas a ti no sólo por el frágil hilo de la memoria. Los Ángeles prefieren llevar su historia con ellos, no olvidarla jamás. Álex me dice que muchos se tatúan AFFA, que significa "Angels Forever, Forever Angels". El nacimiento de un hijo, la muerte de un hermano, la fecha de un World Run, son algunas cosas que van con ellos a todas partes. "¿Y cuando alguien deja de pertenecer al club?", planteo. "Hay dos caminos: uno bueno y otro malo. Si alguien infringe las normas, nos miente, nos jode o hace peligrar la vida de este club, se le quita todo lo que tenga nuestros colores: ropa, parches, chaquetas, cuadros, fotos, anillos, medallas... Todo, y recibe un serio correctivo. Lo que lleva nuestros colores no nos pertenece, pertenece al club" "¿Y cómo lo hacéis?", pregunto. “¿Tú que crees? Le mandamos una nota de repulsa, no te jode... Y luego está la buena. Hay gente que decide seguir otro camino, se marcha a otra ciudad o tiene problemas de salud. En los tatus se les tatúa la fecha de salida y la palabra 'out` (fuera). Y puede seguir viniendo por aquí y relacionarse con nosotros". Pero si has tenido un problema con los Hells, “tienes un problema con todos los Hells Angels del mundo v ninguno te dejará respirar estés donde estés. Nosotros pertenecemos a esto porque va más allá de nosotros mismos. Es la hostia, lo mejor que te puede pasar... Es vivir fuera de la sociedad... No... Somos un mundo dentro del puto mundo. Ponlo así. Vivimos con la sociedad pero con nuestras reglas. Y hay un precio muy alto que pagar... como dice Sonny Barger: La libertad no es gratis”
LA BIBLIA.
BIOGRAFIA.
La vida y las andanzas de “Sonny” Barrer y el Club de Motos de “Los Ángeles del Infierno”.
Ralph “Sonny” Barger está considerado como el Ángel del Infierno más importante de todos. De hecho, lleva en el Club desde su nacimiento y este volumen, con olor a gasolina y cerveza, recoge más de seis décadas de historia. Un repaso valiente de todos los episodios del Club –por espinosos que sean- y de la historia americana reciente donde el autor, lejos de dejarse llevar por la condescendiente nostalgia, le dice al lector en cada página: “Ésta es mi historia y si no te gusta que te jodan”. Si sorprendentes son los secundarios de lujo (Grateful Dead o los Stones), no te pierdas los capítulos donde Sonny dibuja un semblante de algunos Ángeles históricos, como Ferry “The Tramp”, Zorro o Junkie George, el Hell’s Angel que le pateó el culo a Hunter S. Thompson, autor non grato para los ángeles. Pura vida. Para adquirirlo: www.hellsangelsmc.es o 933 17 09 16.
MUNDO HELL’S
ÁNGELES A TRAVÉS DEL MUNDO
Existen más de.un centenar de capítulos en todo el mundo. Casi el 90% en EE.UU., y el resto repartidos por América del Sur, Europa, África y Oceanía. Solamente Asia no cuenta con ningún capítulo hasta que los que se están formando en Rusia sean miembros de pleno derecho. Chile está a punto de tener el suyo propio como sus vecinos de Argentina. En España existen tres capítulos oficiales de los Hell’s Angels: Barcelona, Valencia y Costa del Sol. Es posible que en los próximos años se abra alguno más. Aunque no hay una cifra oficial, se calcula que hay 2.000 Hell’s Angels en todo el mundo haciendo rugir sus motocicletas.
PASO A PASO.
LA ORGANIZACIÓN.
Club House: La sede de los Hell’s Angels en cualquier ciudad se llama Club House.
Capítulo: Los capítulos son los clubes de Hell’s Angels de una ciudad o de una zona determinada de una ciudad.
Supporter: Persona o club fuera de los Hell’s Angels que, sin embargo, el club considera amigo. Los supporter son algo así como la familia lejana de los Hell’s Angels.
Hangaround: Es el primer paso para entrar en Hell’s Angels y se aplica a personas y a clubes novatos. Los hangarounds trabajan dentro del club ejerciendo de machacas. No llevan ninguna identificación pero tienen que tener una moto en propiedad y asistir al menos a tres de las cuatro primeras reuniones conduciéndola.
Prospect: Aspirante. Llevan un parche que le identifica como prospect. En la espalda llevan el nombre del país y un parche cuadrado con las letras MC (Motorcycle Club). Nunca se es un miembro de pleno derecho antes de un año.
Miembros de pleno derecho: Identificados por llevar el parche con la calavera alada, el parche de MC, el parche con la ciudad y el capítulo al que pertenecen. Es el último y definitivo paso.
Re: Los Hells Angels - entrevista
"Hay gente pa tó"
Malatesta- Dicen que Shwart es inalcazable, pero va camino de pillarlo.
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Fecha de inscripción : 08/05/2009
Localización : Granada
Re: Los Hells Angels - entrevista
ke susto me da a mi esta gente, se ve que son malos malotes.
chiry- Como Checa que de freno peca
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Fecha de inscripción : 09/05/2009
Localización : granada
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