Una bonita historia.

Hulas.

Pues veréis, esta es la historia de Richard Costello, tenía una preciosa bmw R50 de 1958 con la que no paraba de viajar y disfrutaba del mundo de las dos ruedas, exactamente la moto es esta de la imagen de abajo.




Sin embargo, un día tuvo un accidente grave en que acabó hospitalizado y con su mujer embarazada de su tercer hijo, le hizo prometer que nunca más subiese a una moto hasta que sus hijos pudiesen valerse por si mismos. El aceptó y continuó su vida sacrificando su pasión por la moto hasta 2009 cuando fallece de un derrame cerebral a la edad de 71 años.

Después de su muerte, su tercer hijo y la mujer de este, desempolvando las cosas viejas que guardaba su padre en el garaje, dan un buen vistazo de la vieja BMW y descubren una nota escondida en el manillar. La nota la había escrito su padre hace mucho tiempo y pedía que restaurase la motocicleta tan bien como pudiera hacerse.

Dicho y hecho, pese a que su tercer hijo Bill no tenía ni dinero ni idea de motos, se armo de valor y lo hizo, restauró esa vieja BMW de 1958 para dejarla como nueva y también nos dejó constancia de ello en este vídeo.




Y como el mismo Bill escribió en la plaza de la moto:

- " Por mi padre, quien me enseñó las cosas que necesitaba saber en vida, incluida esta vieja BMW que me dejó".

http://www.motorcycleclassics.com/motorcycle-reviews/a-very-special-1958-bmw-r50.aspx

V'ss

Que historia más entrañable

Bonita historia, no todo el mundo hace un gesto así sino tiene una buena afición por el tema sean motos sean otras cosas al final suele quedar en el olvido.